La actuación del montenegrino aúpa al equipo murciano al cuarto lugar de la clasificación al sumar su cuarta victoria consecutiva (71-67) en el Palacio de los Deportes
Empezó el partido con precauciones defensivas por parte de ambos equipos, dado que el juego ofensivo constituye –a tenor de las estadísticas presentadas por sendos clubes- una de sus principales virtudes. Sin embargo, rápidamente aparcaron prejuicios tácticos y recuperaron sus señas de identidad convirtiendo el choque en un atractivo ida y vuelta en el que marcaban su jerarquía las defensas a pesar de la intensidad atacante mostrada por los contendientes. El Universidad Católica encontró efectividad en el juego interior a través de Lima, que junto a las rotaciones dieron un impulso al quinteto entrenado por Sito. Al final del primer cuarto, la intervención de Webb permitió a los suyos solvencia en el marcador.
El choque continuó con la misma dinámica en el segundo cuarto, aunque los manresanos (aupados por su efectividad en los tiros libres) se mantenían vivos y hacían que los murcianistas estuviesen alerta.
Arrancó más espesa la formación murciana la segunda parte, lo que hizo cambiar temporalmente el guion del enfrentamiento. Sin embargo, la actuación anotadora de Radovic antes del último asalto devolvió la ventaja a los de casa. McFadden y Czerapowicz, con intensidad, acompañaron al montenegrino en el camino hacia la séptima victoria de la temporada.