El puente colgante, sus bizcochos borrachos o el Salto de la Novia son solo algunos de los encantos de esta localidad
Ojós es uno de los municipios con menos habitantes de la Región, uno de los motivos por los que es perfecto si quieres desconectar del estrés al que nos tiene acostumbrados la ciudad. Y en Murcia Noticias te demostramos hoy que Ojós tiene un encanto especial.
Ubicado en la comarca del valle de Ricote cuenta con un maravilloso enclave rodeado de montañas, árboles centenarios y palmeras.
Nada más llegar y antes de entrar al pueblo, en la carretera que lo une con Ulea, encontramos el Salto de La Novia, un acantilado idílico por su historia, su enclave y el maravilloso paisaje que se puede ver desde su mirador. Si continúas hasta el centro del pueblo, podrás seguir disfrutando del encantador entorno que te acompañará durante toda la visita.
Te aconsejamos que dejes el coche aparcado al entrar al pueblo pero sin olvidar el abrigo, porque lo vas a necesitar, y hagas todo el recorrido andando para así poder pasear por sus estrechos callejones llenos de encanto, disfrutando del aroma que desprenden cada una de las coloridas flores que decoran las calles del pueblo. Escucharás las campanas de la Iglesia de San Agustín y no te preocupes si no tienes guía para este recorrido porque es posible que hagas la gran parte del recorrido acompañado de unos "guías" muy peculiares, unos encantadores gatitos que podrás encontrar en cada una de las esquinas del pueblo.
Fíjate en las fachadas de las casas, pues en tres de ellas podrás ver los escudos nobiliarios del pueblo realizados en piedra pertenecientes a las familias Massa, Marín y Melgarejo.
En uno de los callejones podrás encontrar el Museo de Belenes del Mundo, un museo de lo más curioso que guarda entre sus paredes conjuntos belenísticos llegados de todas partes del mundo. Inaugurado en 2003, ha acogido desde entonces numerosos visitantes que disfrutan de estas maravillosa figuras llenas de historia.
Si continúas el recorrido, llegarás al puente colgante con el que da comienzo una de las rutas por el río, rodeado de cañas y innumerable vegetación. Este punto es perfecto para inmortalizar una de las fotos más vistosas del recorrido donde se ven unas vistas preciosas muy instagrameables.
Puente colgante.
Antes de llegar a este puente, encontrarás un jardín perfecto para relajarte un ratito e incluso almorzar, cuenta con un pequeño parque para los más pequeños pero es muy tranquilo ya que desde el que podrás escuchar el agua del Río Segura que pasa justo por al lado de este parque y por debajo del puente colgante.
Otro de los monumentos imprescindibles de Ojós es su lavadero restaurado recientemente y conservado como monumento. Por este enclave han pasado varias generaciones de mujeres del pueblo que aprovechaban el cauce fluvial de los ríos cercanos para lavar la ropa y hacer la colada.
Y para finalizar qué mejor manera que probando los famosos bizcochos borrachos de Ojós, realizados de manera totalmente casera todos los días en los 2 comercios dedicados en exclusiva a la venta de estos bizcochos que podrás encontrar en el centro del pueblo.
Sin duda una visita que te sorprenderá y que, sin duda volverás a repetir porque te quedarás atrapado en los encantadores callejones de este bonito pueblo.