Suenan las campanas de la banca española de nuevo, pero esta vez, con Bankia y CaixaBank. Tras la fusión de Bankia y el BMN -Banco Mare Nostum- en 2018, llegan noticias nuevas de otra unión.
Bankia y CaixaBank están estudiando fusionarse. Algo que daría como resultado que, juntos, fueran el mayor grupo bancario por activos en España. Concretamente, hablaríamos de 650.000 euros en activos.
La operación, que cuenta con la aprobación del Gobierno, ha dado mucho que hablar, sobre todo con la directiva que la conformará. Aunque se habla mucho de que la misma estará formada por CaixaBank y que el puesto de director seguirá siendo de Bankia, aún no hay nada resulto sobre el tema. Es un misterio que podría resolverse a mediados de este mes, aunque pasando posteriormente por el visto bueno de los reguladores.
Los entusiastas de la noticia de la fusión de Bankia y CaixaBank han sido sobre todo los mercados. Esperan que la unión permita reducir costes y mejorar la rentabilidad. Estos acontecimientos serían algo positivo para inversores y reguladores, que llevan mucho tiempo a que la banca española siga con las fusiones.
Al igual que de momento no sabe quién formará la dirección del nuevo banco que dará la unión, tampoco se sabe con certeza la sede de la entidad, aunque algunos medios de comunicación apuntan a que la ciudad ganadora será Valencia.
¿Cómo afectará a los trabajadores la fusión de Bankia y CaixaBank?
Al igual que ocurrió con BMN, las consecuencias de una fusión para los trabajadores se traducen en reducción de plantilla.
Y es que, como resultado de la unión de Bankia y CaixaBank hablaríamos de una entidad formada por más de 51.000 empleados y más de 6.000 oficinas en España.
Lo más probable, y que tiene todas las papeletas para que suceda, es el cierre de sucursales. Por ejemplo, en la ciudad de Murcia, en el centro, CaixaBank cuenta con alrededor de 16 sucursales. Bankia, por otro lado, alrededor de 17. Esto sumaría un total de 33 sucursales, lo que resulta excesivo para que una entidad bancaria tenga presencia en una sola ciudad.
Siguiendo la misma línea, si cierran sucursales, habrá reducción de plantilla. Esto se reduce en despidos de los trabajadores de ambas entidades, dejando al personal que les resulte más necesario o a las personas que conformen esas entidades.
Está claro: no todos son rosas en el camino de los billetes.
¿Qué pasa con los clientes?
Si la numeración de las cuentas bancarias cambia, la entidad, como mucha probabilidad, redireccionar las domiciliaciones hacia el nuevo IBAN. Esto mismo, no supone ningún prejuicio para el cliente. Ahora, hay que informar del nuevo número de cuenta.
Entidad nueva, tarjetas nuevas. El cliente entonces debe aceptar las nuevas condiciones de estos medios de pago y sus tarifas, las cuales seguramente sean diferentes a las que tienen actualmente.
Las hipotecas y los préstamos no se verían afectados por esta fusión de Bankia y CaixaBank. Los titulares mantendrán las condiciones que se firmaron en su momento.
Pero, pro otro lado, las condiciones particulares de cada producto vinculado o combinado, sí podrían cambiar si no están reflejados en la escritora. Como, sería el caso, de primas de seguros tras renovarlas, incluirse nuevas comisiones en las tarjetas, y demás.
Si se va a reclamar a Bankia o CaixaBank por una cláusula hipotecaria abusiva, habrá que dirigirse al Servicio de Atención al Cliente de la entidad nueva que formarán. Pero, si se opta por la vía judicial... hay que denunciar al banco que salga de la fusión. Si ya está en curso la denuncia, no hay que preocuparse, no tendrá ningún efecto sobre ella. Si el juez falla a favor del cliente, el banco que nazca le devolverá el dinero.
Tendencia de fusión en España
Como ya vimos en 2018, los bancos españoles han comenzado a fusionarse con unos y otros, formando entidades más grandes. En este año señalado, fue Bankia quien se unió a BMN. Aunque, más que una fusión, aquello parecía una absorción en toda regla por los efectos que trajo y los cambios que conllevó.
Si ahora Bankia y CaixaBank acuerdan finalmente esta fusión, estaríamos hablando de una entidad bancaria con mucha fuerza.
Esto señalaría que en España la tendencia es la fusión. Posiblemente, el siguiente paso sea que BBVA, Santander y Sabadell no se queden quietos ante estos nuevos acontecimientos. Si estos deciden dar un paso más y generar una fusión entre ellos, quedarían entonces solamente dos entidades bancarias muy fuertes.
Todo apunta a que la tendencia es la fusión. Sin embargo, tendremos que esperar a nuevos cambios para saber qué pasará con las demás entidades que habitan en España y como sobrevivirán actualmente a las circunstancias.