Ilustraciones llenas de color para llevar un trozo de la esencia murciana a tu hogar

El artista Eloy González abrirá próximamente un nuevo espacio en Murcia dedicado a la ilustración

Eloy González es uno de los ilustradores más representativos de Murcia, no solo porque recoge en sus trabajos los escenarios más relevantes de la Región de Murcia y sus costumbres y tradiciones, sino porque cada vez más gente reconoce su obra. Ahora veréis por qué. 

Colores saturados y vibrantes, representaciones de fiestas que nos conmueven, bodegones con nuestra gastronomía más representativa, fachadas de edificios emblemáticos y escenas muy nuestras, hacen que este joven ilustrador murciano esté plasmando cada día iconos de la sociedad murciana. 

Aunque como él mismo dice sigue en búsqueda de su estilo personal, que va creciendo conforme el artista recorre su camino, su trabajo hace que cualquiera pueda tener en casa un ‘trozo’ de Murcia. 

Eloy es ingeniero de la construcción, pero al terminar su carrera, justo en plena explosión de la crisis inmobiliaria en España, continuó estudiando y formándose en otras áreas.  Por esto, también se graduó en la Escuela de Arte de Murcia en ilustración y está especializado en comunicación visual, diseño gráfico y packaging.

Se ha dado a conocer en numerosos eventos artísticos y mercados de artesanía, pero ahora tal y como él reclama ‘no se hacen cosas, no hay eventos en la calle’. Sus ganas y su ilusión siempre le han llevado a participar a través de la Administración Pública, pero en cierta manera no es tan accesible como parece, y menos para alguien que acaba de empezar.

Desde murales como el del restaurante venezolano ‘El Pilón de la Negra’, bodegones murcianos, bolsas ‘made in Murcia’ e ilustraciones costumbristas, este murciano se abre paso a una nueva etapa profesional y personal tras su reciente paternidad.

• ¿En qué se caracterizan tus ilustraciones?

No tengo un estilo propio, sabía que mis ilustraciones debían diferenciarse de otras artes, por eso opté por colores vibrantes, saturados, más llamativos, un poco alejados de la pintura más tradicional. 

Cada día voy descubriendo mi estilo. Comencé realizando trabajos de ilustración para que la gente los reconociera, para que les gustara, y justo por esto aún no he realizado un trabajo personal o más íntimo. 

• ¿Crees que están valorados trabajos como el tuyo? 

La ilustración es un arte que es muy concreto. He comprobado que al público que más le gusta es al de un perfil joven de entre 20 a 30 años, la gente mayor no suele comprenderlo, pero es que aún estamos en fase de ‘pedagogía’, de explicar cómo se realizan las obras y el trabajo que hay detrás.

Es un arte que combina la rama tradicional y también la parte digital, y que no se ha mostrado tanto como otras disciplinas, por eso hay que dedicar tiempo a contar cómo funciona. Aún hay que aclarar que hay láminas que son reproducciones de la obra original, que la calidad del papel y su grosor es de una determinada forma, o que hacer un encargo personalizado es más caro porque conlleva más tiempo y más cambios. 

• ¿Cómo fueron los comienzos? ¿De dónde surge esta idea? 

La idea surge de buscar otro camino, otro trabajo donde desarrollarme y que siempre quise hacer, desde el principio, que era el de dibujar. Siendo ingeniero de la edificación en plena crisis del ladrillo,... tenía que buscar una alternativa, y aproveché ese momento para re-enfocar mi carrera y hacer lo que más me gustaba. Por eso ingresé en la Escuela de Arte de Murcia y decidí hacer ilustración.

Del trabajo final nació todo. Hice una guía de Murcia, y en ella se desplegaba un plano de la ciudad que tuvo mucho éxito. Por eso comencé con la web y después asistiendo a todos los eventos que se hacían en Murcia, a mercados de arte como La Mudanza de Santa Eulalia, al mercado de Navidad del Ayuntamiento de Murcia, al Rin Ran,... a todos. Trabajando fines de semana, festivos, y doblando turnos para mostrar mi trabajo y para que la gente lo reconociera. Funcionó.  Ahora tengo un espacio propio en el centro de Murcia donde crear y exponer.

Nadie te enseña a cómo es el mundo real de la ilustración, a cómo montar tu propia empresa, emitir facturas, cuantificar, establecer el precio de tus productos en función de las horas que inviertes en ellos… Todo lo he tenido que aprender desde cero, de forma autodidacta. 

• ¿Quiénes fueron tus principales apoyos?

Mi novia fue la que me dijo que empezara a moverme, a ir a los sitios, a participar y a darme a conocer. Cosa que ayudó mucho y con la que comencé a ‘hacerme ver’ en las calles de la ciudad. 

Es importante que alguien confíe en ti. En mi caso, el primero fue David López del restaurante ‘Local de Ensayo’. Al poco tiempo de abrir él sus puertas me acerqué, me presenté, y me compró más de 200 láminas para repartirlas en su negocio. Se puede decir que él fue mi ‘mecenas’, creyó en mi trabajo y es algo que le agradezco.

Esto fue una motivación extra, un ‘chute’ de energía para arrancar mi proyecto profesional y ver que mis ilustraciones interesan al público. Que alguien así se interese por tu trabajo significa que no lo haces del todo mal. 

• Gastronomía, un tema muy presente en tu trabajo. También participaste en una exposición en ‘La Taúlla’ de Julio Velandrino. ¿Cómo surgió este proyecto?

Fui a su local y vi que tenía una pared blanca sin nada en ella, por eso contacté con él y le pedí hacer una exposición allí, con mis ilustraciones. La muestra duró más de un mes. 

La gastronomía, los bodegones, fue algo que nunca antes se había realizado así, con una ilustración más dinámica, con colores y brillos que reunieran los productos de Murcia. Siempre me llamó la atención. 

También he realizado alguna colaboración con Estrella Levante y con Limonacho. 

• ¿Cuáles son tus referentes para inspirarte? 

Tengo varios, y cambian en función de cada fase artística en la que estoy, o del proyecto que esté en este momento. 

Por ejemplo Mariscal, Santi Sallés o Maru Godas, entre otros y por nombrar alguno. 

• ¿Hay alguna asociación en Murcia de ilustradores? 

No, pero estuve presente en algunas reuniones en la “Asociación de ilustradores de Madrid” pero la distancia hacía que ese apoyo no fuera del todo efectivo. Aún así, aprendí mucho de ellos y de otros compañeros, sobre todo, de la vida real y profesional de un ilustrador.

Esta asociación de Madrid me propuso crear una sede aquí, en Murcia. Contamos con más de 50 ilustradores en la Región por lo que no era descabellado montar una asociación que ayudara a nuestro sector. La idea me gustó, pero la deseché porque yo acababa de salir de la Escuela de Arte y, como quien dice, era un novato. Crear una cosa así es algo muy complejo, si se quiere hacer bien, se necesita de la implicación de mucha gente comprometida. Aunque nunca cierro la puerta a hacerlo.

• Nuevos proyectos, nuevas etapas. Nuevo espacio para la ilustración en Murcia. ¿En qué consiste esta nueva aventura? 

Ahora estoy en una nueva etapa de mi vida, se acerca la Navidad que es una época muy buena para mi, y por eso tengo en mente un proyecto más ambicioso: La Ilustradería.

Consiste en reformar el espacio en el que estoy actualmente y convertir así mi estudio en una tienda de ilustración, donde se muestren otros trabajos de ilustradores a modo expositivo. 

No quiero llamarlo ‘galería de arte’ porque pretende ser un espacio más desenfadado y más cercano a la gente de a pie. Un arte más permisivo de artistas más jóvenes. Con este proyecto quiero ‘democratizar’ la ilustración, que la gente venga, conozca trabajos de otros artistas mediante exposiciones, que comprenda en qué consiste este arte y esta profesión, el esfuerzo que hay detrás de cada proyecto.