La empresa Del Bancal a Casa comenzó en 2013 a cultivar frutas y verduras de forma sostenible mostrando que la agroecología es una realidad para los murcianos

• ¿Qué es Del Bancal a Casa?

Del Bancal a Casa empezó en 2013 como un proyecto de dos personas para intentar hacer agroecología en plena huerta de Murcia. Todo el que nos rodeaba fumigaba y utilizaba químicos y aquí parecía que nadie sabía qué era algo ecológico. De hecho, aún somos 'los ecológicos'. Como si fuera un estigma.

Este proyecto comenzó para 'limpiar' la huerta de tóxicos, para hacer cosas buenas, para llevar a la ciudad de Murcia los productos cultivados en la huerta cercana y no a cientos o miles de kilómetros o llenos de agrotóxicos.

Empezó poquico a poco, haciendo todo Paco y yo. Cultivábamos, movíamos la tierra, repartíamos, buscábamos los clientes y al final se ha convertido en una forma de vivir.

• Llamáis a vuestras verduras "verduras felices", ¿cómo las cultiváis?

¡Pues felices! No les echamos ningún tipo de químico o tóxico. Crecen como tienen que crecer, con sus tiempos, con su estiércol y sus bacterias... exactamente como tienen que crecer. Como las tratamos tan bien, les decimos que son verduras felices.

El nombre empezó cuando se nos dio la oportunidad de ir a un mercadillo, aunque habíamos empezado vendiendo online, y estábamos tan contentos con la idea. Sobre todo mi socio, Paco estaba que se subía por las paredes diciendo: "estoy llevando las verduras que cultivo yo al mercado de Murcia".  Y entonces cantábamos.

A él le encantaba cantar y, claro, llegaba al mercado y empezaba a gritar: "del bancal al paladar de forma natural. VERDUUUUUURAS FELIIICES" Y a raíz de ahí la gente sonreía mucho cuando decía lo de verduras felices porque les llamaba mucho la atención y decidimos hacerlo nuestro eslogan.

• ¿Las frutas y verduras de cultivo ecológico tienen demanda en la Región de Murcia comparadas con las de cultivo convencional?

La respuesta corta es no. Los ecológicos aún somos poquitos. Hay muy poquitas tiendas y hay muy poquitos proyectos de agroecología en Murcia. Lo que es la agroindustria un poco más ecológica sí que hay miles de hectáreas en Cartagena, aunque todo eso se exporta.

El consumo en Murcia sí que es bastante pequeño. Somos pocos y nos cuesta sobrevivir.

• ¿Vuestro modelo de negocio se vio afectado por la pandemia?

Claro, se vio afectado de todas las maneras posibles. Lo bueno que teníamos es que, además de los mercadillos a los que íbamos, ya teníamos el servicio a domicilio instaurado. Entonces lo que hicimos fue reconvertirnos. Con los mercados cerrados, nos dedicamos enteramente al reparto a domicilio. Por ahí nos salvamos. La verdad es que fue una época dura pero pudimos sustituir las ventas de los mercadillos con las ventas a domicilio así que en ese sentido no nos fue mal.

• ¿Supone un mayor esfuerzo el cultivo ecológico?

Muchísimo. Primero a nivel de conocimientos. Yo soy ingeniero agrícola y, a nivel de conocimientos, en el cultivo convencional está todo mucho más desarrollado. Son muchos años de experiencia y muchos miles de millones invertidos por las empresas y el cultivo es un poco más simple.

En agroecología es todo mucho más complejo porque se deben tener en cuenta más elementos: el suelo, bacterias, rizomas, no puedes tratar las plagas con productos químicos tóxicos que las solucionarían en un momento... Tienes que buscarte las mañas y hacer mucha prevención y es muchísima más compleja la agroecología que el cultivo convencional.

• Además de usuarios particulares, ¿hay restaurantes o locales de hostelería que compren vuestros productos?

Estamos empezando. A lo largo de estos años sí que ha habido algún restaurante que se ha interesado pero era difícil para ellos solventar el tema de los costes.

Los costes de la agroecología son bastante mayores. Primero porque no tenemos el mismo nivel de producción que el cultivo convencional, además de que perdemos más género por las plagas y, segundo, nosotros no utilizamos plástico en los bancales y quitamos a mano la hierba, así que tenemos más gasto de personal.

Esto dispara los costes y a los restaurantes les es más difícil defenderse con un coste de verduras más alto. Aún así estamos en ello. Ahora mismo, Taller Quijano ha empezado a comprarnos verduras para utilizar solo verduras ecológicas. También están los gastrobares y los restaurantes con estrella Michelín que a lo mejor tienen un poco más de margen y pueden estar más interesados en este tipo de productos que son más sabrosos y llaman más la atención.

Entonces estamos en ello. Estamos intentando varios proyectos para intentar introducir los productos en hostelería. También hay otros proyectos con agroecología aquí en Murcia que están más metidos que nosotros en la hostelería.

Además, Del Bancal a Casa está en otro proyecto que se llama Agrodiverso que consiste en variedades tradicionales propias de aquí en Murcia. Consiste en crear semillas para que se puedan plantar y para servir a esos chefs y restaurantes. Así que está todo en marcha ahora mismo.

• ¿Cómo puede alguien comprar vuestras 'Verduras Felices'?

Pues es super fácil. Lo hacemos muy simple, no hay excusa. Los martes, miércoles y jueves tenemos servicio a domicilio a través de una página web con una tienda online en la que es muy fácil pedir. Si sabes comprar en Amazon sabes comprar en nuestra página. Llenas el carrito, haces el pedido y te lo llevamos a casa.

Que no quieres el servicio a domicilio porque te gusta ver el género y poder tocarlo, pues tenemos los mercadillos. Los jueves en Murcia en el de La Fama y los viernes en el de Santo Ángel.

Que te interesa venir aquí al Esparragal porque te gusta también ver la verdura pero no quieres ir al mercado, pues también. Estamos en nuestro almacén los martes, los miércoles, los jueves y los sábados. Además, en nuestra página web puedes encontrar todas las localizaciones y cómo llegar.

• Trabajáis con agricultores locales, ¿cuántos empleáis?

Pues ahora mismo son siete, aproximadamente. Tenemos dos tipos de relación con los agricultores. Una parte son agricultores independientes de la zona y nosotros les pedimos de lo que no tenemos cuando no llegamos a la cantidad suficiente en ese momento y otra cuando a veces les encargamos que planten la verdura porque no podemos cultivar de todo, hay decenas de variedades en cada temporada.

Hay varias ventajas, una es que tienes al agricultor al lado y vas a tener los productos igual de frescos que si los plantaras tú y otra es que estás dando trabajo a otro agricultor para que pueda defenderse. Esta es la sinergia que hemos logrado con otros agricultores.

Además, colaboramos con SPG Murcia, Vecinos Campesinos. Que es el Sistema Participativo de Garantía de Pequeños Productores y Consumidores Agroecológicos de la Región de Murcia. Esta es una asociación sin ánimo de lucro donde nos hemos juntado agricultores con los mismos valores. Como personas, tenemos unos sentimientos similares respecto a la agroecología, a la sostenibilidad y al comercio justo, por eso nos hemos juntado en una asociación y vamos tirando los unos de los otros.

• Utilizáis abonos verdes, sistemas de rotaciones... ¿nos podéis explicar un poco cómo funciona el proceso de cultivar de forma ecológica?

El cultivar de forma ecológica no sé como lo hará todo el mundo, pero te puedo decir cómo lo hacemos nosotros que entiendo que será parecido. Nosotros sólo hemos cogido bancales abandonados. Bancales que no se estaban usando y que hemos recuperado para la agricultura. Los hemos limpiado, los hemos adecuado y los hemos adaptado.

Lo que hacemos normalmente es tratarlo durante los primeros años con un estiércol de fondo o abonos verdes. En nuestro caso, nos gusta mucho cada vez que cogemos un bancal plantarle alfalfa. Dejamos la alfalfa dos o tres años y esta empieza a mullir el terreno, le aporta nitrógeno, materia orgánica y una serie de nutrientes y, entonces, utilizamos esos bancales.

Lo único que le echamos a los bancales es estiércol. Puede ser estiércol de mula, de nuestra compañera Trigueña, o de otros animales.

• Hacéis reparto a domicilio de vuestros productos, ¿qué alcance tenéis ahora mismo?

Nosotros empezamos en Murcia y alrededores. Salimos de reparto con nuestra furgoneta por todas las pedanías del Sureste (La Alberca, Los Garres) y volvemos por Santomera, El Esparragal y Nueva Condomina. Esta sería la zona de actuación de nuestro reparto. Además, a través de una agencia de repartos, entregamos al resto de la Región de Murcia y Alicante.

• ¿Cuál es vuestro volumen de pedidos aproximadamente?

Bueno, cada semana es variable. Ahora mismo la cosa está un poco tranquila y podemos tener entre 70 y 100 pedidos a la semana.

• ¿Tenéis planes para ampliar el proyecto de cara al futuro?

A nosotros nos encantaría darle a Murcia todas las frutas y verduras ecológicas que quisieran. El tema es ese, que quieran. Las personas tienen que saber lo que consumen, yo creo que esto poco a poco va a más pero nosotros dependemos de lo que quiera el cliente. Cuando quiera comprar más creceremos y cuando quiera comprar menos decreceremos.

• ¿Qué es algo que desearíais que la sociedad supiera sobre vuestra labor?

Pues estamos organizando visitas aquí a los bancales para dar a conocer nuestro proyecto y la forma en que funciona la agroecología.

La verdad es que muchos clientes se sorprenden cuando vienen aquí del trabajo que conlleva criar estas verduras y llevarlas a casa y se van muy agradecidos una vez que lo ven. Así que yo te diría: conócenos, ven a visitarnos y verás el valor de lo que hacemos. Que está ahí pero no es fácil transmitirlo y, al final, si no lo ves no lo vives con nosotros.

Si estás en una página web en la que puedes comprar no es igual, no lo sientes igual. Aunque intentemos explicarlo en nuestra web, no es lo mismo.

Y que sean felices [Ríe].

Quiero dar las gracias a las personas que compran en agroecología y que confían en agricultores pequeñitos como nosotros, que hacemos las cosas con muchísimo cariño y que podemos seguir aquí gracias a ellos. A quienes entienden el valor de lo que aportamos a la sociedad, al medio ambiente y a sus cuerpos. Sin ellos esto no sería posible así que le quiero dar las gracias a todas esas personas que se preocupa por sí misma y por el planeta.