El Gobierno regional ha ordenado el cierre de todas las actividades no esenciales a las ocho de la tarde. Con motivo del avance de la pandemia, la Comunidad se ha visto obligada a endurecer las medidas y esperan a que el Gobierno central les permita adelantar el toque de queda a las 20.00 horas.
Lo ha anunciado el consejero de Salud de la Comunidad, Manuel Villegas, este lunes. Con esta nueva normal, los negocios no esenciales deberán bajar la persiana a las ocho de la tarde. Quedan excluidos de esta medida supermercados, veterinarios, servicios de entrega de comida a domicilio, comedores sociales, comercio mayorista y farmacias. Sin embargo, de momento no hacen cambios en los horarios educativos. También contemplan que las tiendas de ropa puedan abrir para la recogida de productos de primera necesidad. La normativa entrará en vigor a partir del miércoles 20 de enero.
Con estas nuevas restricciones, el Ejecutivo autonómico pretende "disminuir la movilidad lo máximo posible para que la curva de incidencia descienda de la forma más brusca posible", ha afirmado Villegas. Pretenden que la actividad en las calles a partir de esa hora sea lo más reducida posible.
A través de una carta, el presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, ha solicitado a Pedro Sánchez que modifique el decreto del estado de alarma para poder decidir la hora en la que establecer el toque de queda. La Comunidad pretende que se adelante a las 20.00 horas, como ya lo ha hecho Castilla y León.