El equipo lorquino volvía a 2ªB con un proyecto totalmente nuevo, más de la tierra y con máxima ilusión. A las primeras de cambio le tocaba visitar a uno de los cocos de la categoría. El Córdoba se vio sorprendido por la batalla que le plantó el Lorca Deportiva, que acabó perdiendo por la mínima con gol de veterano Piovaccari.
La plantilla de Iván Urbano tiene el sello de identidad de la buena campaña realizada el pasado curso. Hasta ocho jugadores titulares militaban ya en la 19/20, y faltaban Carrasco, por sanción, y Nizzo por lesión. El guion de la primera mitad fue el esperado, un Lorca replegado atrás y construyendo al equipo desde la defensa. Los cordobeses están llamados a ser uno de los aspirantes a volver al fútbol profesional. Nada más saltar al verde lo dejaban patente. Sin casi tiempo para sentarse Piovaccari aprovechaba un envió largo para batir a Hortal.
800 espectadores estuvieron presentes en el Córdoba-Lorca Deportiva
Echaba por tierra los planes de los blanquiazules, que esperaban no encajar en el primer tiempo y aguantar la ofensiva cordobesa en la segunda. Se mostraron sólidos en defensa, pero de medio del campo hasta el área rival no se presentaron en los primeros 45'. Los tres jugadores en el medio del campo daban sus frutos en defensa, pero no en ataque. Le entraron las dudas a los lorquinos que veían como el 2-0 estaba más cerca que el empate. Oliva y Musoni no se encontraban entre ellos, y eso hacía bajar la ofensiva visitante.
En la reanudación el Lorca Deportiva pareció haberse dejado los complejos y las dudas en la caseta. Se estiró el equipo y empezó a pisar mucho más el campo rival. Marconato entró en juego y el equipo lo notaba. Sin ningún miedo se lanzó a la portería de Edu Frías. El ímpetu le pudo salir caro. De las Cuevas tuvo en sus botas, por partida doble, las ocasiones para cerrar el partido. Una de ellas sin portero. Lo estaba mereciendo el equipo murciano, Musoni de nuevo se probó tras un centro del juvenil Cellou.
Daba igual perder por más goles. Embotelló atrás un recién ascendido a uno de los ogros de la liga y en su propio estadio. En esta ocasión el premio merecido no llegó, y emprendían el viaje de vuelta a la ciudad de los escudos con cero puntos.