Tras las primeras pruebas en animales, los expertos comienzan las pruebas en un pulmón artificial
PAMPLONA, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
La iniciativa colaborativa Respiradores Navarra COVID-19, puesta en marcha por un variado grupo de empresarios navarros, ha realizado con éxito las pruebas con animales. Además, ya está desarrollando las primeras pruebas en un pulmón artificial.
La iniciativa busca lanzar un nuevo dispositivo válido clínicamente para apoyar al personal sanitario a cubrir la demanda de aparatos respiradores en la lucha ante el coronavirus. Estarían así a un paso más cerca de conseguir la validación de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.
Los participantes implicados en este proyecto hasta el momento son Noxon, Inbiot, Salesianos Pamplona, Victor Troyas (Quipplan y Bioinnovación Dental), Inspiria Consulting, Francisco Fernandez (Adacen), Pbprojectia, Manuel Landecho, Rafael Moncada, Txuma Urtasun, Juanjo Lasarte, Fundación Arpa, Miguel Goñi, Estudio Silencio, Vidorreta Design, Multihelpers, Eversens, Abanza Tecnomed, Intensas Networks y Colegio de Ingenieros Técnicos (CITI).
Ensayos en simulador de respiración
Según las pruebas que marca la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, se han desarrollado ya los ensayos con animales, el pasado jueves en el CIMA. "Tras los buenos resultados obtenidos, desde hoy se están realizando los ensayos en un simulador de respiración humana. Este que también se utiliza para analizar y evaluar los sistemas de respiración artificial", ha explicado Respiradores Navarra en un comunicado.
Se trata del modelo Laerdal Medical ASL 5000, un modelo muy exclusivo y del que hay unas pocas unidades en España. De hecho, gracias al apoyo de un empresario navarro consiguieron el único dispositivo que quedaba disponible en toda Europa.
El rápido desarrollo de la tecnología y su validación es posible gracias a la base tecnológica facilitada por la startup Noxon, con Pablo Goñi a la cabeza, y a la experiencia en desarrollo de proyectos de innovación aportada por el empresario Victor Troyas.
Otras empresas se han unido a la iniciativa de forma colaborativa creando un grupo de coordinación, variado y multidisciplinar con diferentes ámbitos de actuación.
Sencilla fabricación
Según han explicado desde la iniciativa, el dispositivo, aunque a efectos técnicos es muy complejo y costoso, su fabricación e industrialización es "extremadamente sencilla".
El mecanizado, corte láser y la electrónica a medida, son las piezas que se necesitarán para extender su fabricación por todo el mundo. Por seguridad en el funcionamiento se ha evitado abusar de procesos de fabricación como la impresión 3D.
El método planeado es poniendo a libre disposición en la web todos los recursos necesarios para la fabricación del producto una vez que esté validado clínicamente tras las pruebas en un pulmón artificial. Asimismo, también ofrecerían toda la formación necesaria para que los sanitarios de cualquier parte del mundo puedan capacitarse mediante videotutoriales y documentos gráficos explicativos.
El objetivo final es que la demanda global de estos dispositivos pueda satisfacerse en cualquier lugar del planeta, sin distinciones ni fronteras, físicas ni económicas.