El país vecino atraviesa uno de los peores momentos en esta segunda ola de la pandemia. Tras la prohibición de fiestas privadas y acortar, aun más, el horario de la hostelería, los datos no muestran ninguna mejora. 5.900 nuevos casos son los que anunciaba ayer Italia, son los peores datos de Covid-19 desde las primeras semanas de pandemia.
42 fallecidos más se sumaron en el día de ayer, día en el que se realizaron 112.544 test, 27.000 más que el día anterior. Son más de 12 millones de pruebas las realizadas para la detección del virus. El Gobierno de Giussepe Conte no quiere contemplar un nuevo confinamiento por todo el país, por ello pide a la población que acaten y cumplan las nuevas normas de comportamiento.
La cuarentena se va a reducir de catorce a diez días en este nuevo paquete de medidas. El máximo mandatario italiano comunicaba que "No mandaremos a las fuerzas policiales a las habitaciones privadas, pero debemos asumir comportamientos prudentes para gestionar la fase".
Italia se asusta por los peores datos de Covid-19 desde que finalizara la primera ola
Esas recientes restricciones basan su fuerte en el control de eventos multitudinarios. Las fiestas privadas, de más de seis personas, están prohibidas bajo fuertes sanciones económicas. La asistencia a bodas, bautizos, comuniones y otras ceremonias también son limitadas familiares solo directos. Un máximo de 30 personas serán las que puedan acudir a esta clase de eventos. La hostelería está siendo una de las grandes afectadas. Muchos establecimientos ya cerraban sus puertas a finales de la pasada semana.
Los que quieran seguir en funcionamiento lo harán con un nuevo horario. El gobierno decretaba que la hora máxima de cierre de un local de ocio o restauración sería la media noche. Será imposible servir comida o bebida en terrazas a partir de las 21:00 de la noche. El uso de mascarilla está siendo recomendado hasta dentro de la propia vivienda. Siempre y cuando se esté en contacto con personas que no residan en dicho inmueble.