Lo que ha pasado este niño deja claro por qué las palomitas de maíz no deben darse a los pequeños.
ver una buena película en la televisión o en el cine puede ser una forma agradable de pasar la noche. Ya sea que decidamos sentarnos cómodamente en nuestro sofá en casa o salir con amigos a ver el último largometraje filmado por nuestro director favorito, nada cambia en el hecho de que, en el centro de la mesa o de rodillas, todavía habrá las inevitables palomitas de maíz, el bocadillo perfecto.
Esta fue la idea de Nicole Johnson Goddard, una madre de Denver (Colorado), cuando, junto con su marido y sus tres hijos, decidió pasar una tarde relajada en casa. Película en el reproductor de DVD, sofá cómodo para los cinco miembros de la familia y palomitas de maíz en cantidad.
Todo fue bien hasta que Nash, el hijo de dos años, justo cuando estaba comiendo uno de los cereales crujientes cocinados por su madre, comenzó a toser de forma llamativa. Los padres estaban muy asustados, pero el acceso para toser desapareció por sí solo después de unos minutos, de forma recurrente y esporádica. El único daño: unas pocas líneas de la película perdida.
Ni siquiera al día siguiente, cuando volvió la tos de su hijo, Nicole se preocupó: probablemente la sensación de incomodidad en la garganta se debió a un rasguño causado a Nash por las palomitas de maíz ingeridas el día anterior.
Pero al día siguiente las cosas empeoraron drásticamente: Nash comenzó a respirar febrilmente, emitiendo pequeños gruñidos y su temperatura aumentó unos pocos grados. Alarmada por la nueva situación, la madre decidió consultar a su pediatra. Tan pronto como llegó, el pediatra le aconsejó que llevara al bebé al hospital inmediatamente. Nash, de hecho, tenía muy poco aliento líquido y síntomas de asfixia leve.
En el hospital los médicos le hicieron una broncoscopia que mostró una septicemia en la primera etapa: las palomitas de maíz que le hacían toser, se habían depositado en el pulmón izquierdo y el sistema inmunológico de Nash lo estaba combatiendo sin éxito. Fueron necesarias dos cirugías para que el niño pudiera ser declarado fuera de peligro.
Afortunadamente, las cirugías fueron exitosas y Nash regresó a los brazos de su madre sano y salvo. Nicole, arrepentida, decidió contar su historia y aconsejar a todas las madres que siguieran los consejos de los médicos: no dar palomitas de maíz a los niños antes de los 5 años.
Sería una buena idea averiguarlo siempre, antes de darle de comer a un niño. Si no es así, pedirle consejo a su pediatra es nuestra salvación. Jugar con las vidas de los niños, a través de la distracción o la desinformación, es realmente peligroso y no siempre se tiene suerte como Nicole y Nash.