Los problemas de contaminación por el plomo y las restricciones a causa de la pandemia han obstaculizado el inicio de las obras para su reconstrucción. Por ello, todavía la tarea de restauración continua en fase inicial, que concluirá a finales de este verano.
Actualmente, los andamios para estabilizar las bóvedas con cimbras de madera y el protector que evita que el agua entre en la catedral, son visibles para todo aquel que se acerque a observar el devastado monumento. Para su reconstrucción se han seleccionado y talado los 1.000 robles que se usarán para recomponer la armazón del transepto tal y como se hizo en su construcción en el año 1163.
Por otra parte, el gran órgano que se encontraba dentro de la misma, no ha podido ser desplazado y se ha restaurado dentro de la catedral. Así como las capillas de San Fernando y de Nuestra Señora de Guadalupe, las primeras en retomar su grandeza. En ambas se ha llevado a cabo el proceso de limpieza que se replicará en las 24 capillas de Notre Dame dañadas por el incendio.
Las obras de reconstrucción de la catedral de Notre Dame han podido efectuarse gracias en parte a las donaciones de 340.000 mecenas y personas anónimas que han aportado 833 millones de euros para su restauración.