La justicia estadounidense ha dictaminado esta semana que hay suficientes pruebas contra el padre y la madrastra de Emrik Osuna, un niño de 9 años, para que prosigan sus juicios por asesinato, según informa People. El pequeño, según los investigadores, fue torturado hasta la muerte por su madrastra. Mientras tanto, el padre "no hizo nada" por salvar la vida de su hijo.
Al padre de la víctima, Erik Osuna Gutiérrez, de 29 años, y su pareja, Monique Osuna, de 27 años, se les pedirá que se declaren culpables de asesinato en primer grado. Por otro lado, Erik Osuna ha sido acusado además de alterar pruebas para que no acusaran a su pareja.
Origen de los hechos
El pasado 1 de septiembre de 2020, la policía local de Meridian (EE.UU) respondía a una llamada al 911. Tras ello, encontraron a Emrik inconsciente en su casa. Sin embargo, el delicado estado de salud con el que llegó al hospital provocó que falleciera esa misma noche.
El pasado miércoles, 30 de marzo, los fiscales explicaron que Emrik murió tras sufrir durante meses brutales torturas y abusos. Para corroborar las acusaciones, reprodujeron imágenes capturadas por las cámaras de videovigilancia situadas en el apartamento de los sospechosos.
Las imágenes presuntamente muestran a Emrik siendo obligado a hacer ejercicios como castigo. De hecho, según apunta la policía, había ocasiones en las que se prolongaba unas 20 horas al día.
Además, el vídeo supuestamente captó a Monique agarrando al niño del pelo para después balancearlo por el aire y arrastrarlo a la cocina. Allí, el menor fue abofeteado en reiteradas ocasiones y golpeado con una cuchara en la cabeza.
Otros vídeos muestran a Monique presuntamente propinando patadas a Emrik Osuna y golpeándolo con una sartén. Mientras tanto, llama al pequeño "maldito perdedor" y "pedazo de mierda".
Según las autoridades, cuando encontraron al menor, este presentaba moratones en varias partes del cuerpo. Además, estaba pálido y visiblemente desnutrido. “Los oficiales observaron que la víctima mostraba signos de abuso. La víctima fue transportada por paramédicos a un hospital, donde fue declarado muerto”, dijo la Policía de Meridian en un comunicado.
Además del abuso físico, Emrik fue obligado a dormir en un pequeño armario por las noches. Todo estos episodios fueron presenciados por el padre del menor, quien “admitió que no hizo nada para salvar a su hijo”.
El padre y la madrastra del niño se enfrentan ahora a una pena de muerte o cadena perpetua si son declarados culpables. Cada uno está retenido con una fianza de más de 1,7 millones de euros.