Igual crees que no estás siendo un cliente tóxico, pero lo eres
Aquellos que me seguís en Instagram acertasteis con el tema que iba a tratar en este artículo, y es que a la postre, todos hemos vivido alguna experiencia similar con este tipo de cliente.
Photo by Pablo Stanic on Unsplash.
Es cierto que hay clientes tóxicos de distinto nivel e intensidad, podría decirse que el más ligero es el denominado “roba tiempos”. Este tipo de cliente que por su inseguridad, por no saber lo que quiere, por no hacer seguimiento o simplemente porque necesita que alguien le escuche, le acabas dedicando más tiempo del que tenías contratado.
Otro tipo de cliente tóxico, es aquel que te escribe, te llama, te bombardea a audios, casi capítulos de podcast, o mantiene contigo reuniones estériles en cualquier momento, sin importar ni el día ni la hora, obviamente en muchos casos sin estar programadas.
También están los clientes “Última hora” o “Muy urgente”, muy típico porque suelen activarse siempre que se acaba la jornada laboral, dando la sensación que quieren que siempre tengas en mente su proyecto, no sea que se nos vaya a olvidar.
Si hemos hablado de clientes tóxicos por sobresaturación también están los clientes a los que debes perseguir por inacción , estos además se caracterizan porque cuando te dan feedback siempre es con el deadline ajustado, tanto que aunque lo cumplas, ellos tardaran días incluso semanas en darte respuesta.
Por último, esta el cliente tóxico por excelencia, el denominado “todo en uno”, es aquel que te contrata para una tarea en concreto pero que luego acabas haciendo tareas que no te corresponden, todo por no contratar a perfiles profesionales que realmente necesita, y no es por dinero, es porque claro… tú le aportas, seriedad, confianza y seguridad.
Es como si contrataras a un fontanero para arreglar un grifo y acabara pintando la casa, paseando a los perros y cuidando a tus hijos por el mismo precio. Maravilloso ¿verdad?
Photo by Olena Sergienko on Unsplash
Y es que con este artículo pretendo mostrar una realidad a la que nos enfrentamos dentro del sector de la comunicación, acentuada en perfiles como Social Media Manager, Community Manager, diseñador, entre otros…
Solo pedimos que nos dejen trabajar para aquello que nos contrataron, simplemente eso, que nos dejen invertir el tiempo en pensar y ejecutar acciones que ayuden a mejorar su proyecto.
Si el 70% del tiempo lo acabamos invirtiendo en tareas en las que no debemos ni tenemos obligación de ejecutar, en perseguir al cliente o en atenderle constantemente… es imposible que el trabajo que vayamos a realizar alcance la excelencia, salvo que nos quitemos del tiempo personal.
Y es una pena, porque si alguien te contrata porque cree que en una tarea en específico eres el perfil indicado… ¡Por favor! déjame trabajar.
Espero que este artículo te haya gustado, incluso puedes mandarlo de manera velada a alguno de tus clientes ;)
Si te gusta el branding te invito a escuchar el Podcast Branding Square con entrevistas a profesionales y académicos del sector #nosvamosadivertir